En las Escrituras aprendemos que Cristo fungió como profeta durante su ministerio terrenal. También aprendemos que el varón es un representante de Cristo en el hogar, por lo tanto, tiene el deber de ser un profeta para su familia.
Para entender la labor profética de Jesús y por consecuencia la del varón debemos empezar por definir...
¿QUÉ ES UN PROFETA?
Cuando escuchamos hablar de un profeta siempre
pensamos en alguien que predice el futuro. Este aspecto sí bien es muy marcado
en la labor profética, no obstante, no es todo lo que hacían. Cuando analizamos
el Antiguo Testamento podemos ver que un profeta básicamente era alguien que
recibía un mensaje de parte de Dios por medio de sueños, voz audible,
manifestación de Dios, etc. y lo anunciaba tal cual como se le había dado, ya
fuera algo futuro, la respuesta a alguna pregunta que alguien había hecho a
Dios o una denuncia de un pecado presente.
Cuando Dios envió a Moisés a liberar a Israel de la
esclavitud en Egipto, recordarás que una de las excusas que Moisés presentó fue
que era “tardo en el habla y torpe de lengua” (Éx.4:10). Para cubrir esta
incapacidad Dios le puso a su hermano Aarón quien le sería por boca. Más
adelante en el capítulo 7:1 dice: “Jehová dijo a Moisés: Mira, yo te he
constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta”
entendiendo que Aarón era quien hablaba por su hermano y que en este último
texto se le llama profeta, podemos entender que un profeta es alguien que habla
en lugar de otro. En pocas Palabras un profeta es alguien que habla en lugar de
Dios. Bueno es quitarnos la idea de que es alguien que solo habla del futuro
Una pequeña aclaración: Hoy día no existe la labor profética en el sentido de alguien que trae nueva revelación de parte de Dios, sino que los profeta de hoy día son los mismos predicadores que ceñidos al texto inspirado proclaman lo que Dios ya dejó consignado y completo en las Escrituras. Aquí por profeta estoy pensando más en la labor de los hombres de Dios del Antiguo Testamento y unos pocos del Nuevo.
Su característica distintiva era que el mensaje lo recibían directamente, sin el uso de ningún medio, por eso con toda libertad podían declarar “así dice el Señor” y entregar el mensaje.
JESÚS Y SU OFICIO DE PROFETA.
Veamos 5 argumentos para comprobar y entender el
oficio de profeta en el ministerio de Jesús:
1. Él
se autodenominó profeta: En Lc.13:33 Jesús hablando de sí
mismo dijo: “porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén”
es claro aquí que Jesús se reconocía como un profeta.
2. La
Profecía del Profeta Venidero se cumplió en Jesús: Desde
el Antiguo Testamento Dios le declaró a Moisés lo siguiente: “Profeta de en
medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis
… Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis
palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare, Mas a
cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré
cuenta” (Dt.18:15, 18) esta profecía es citada por Pedro y aplicada a
nuestro Señor Jesucristo “Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro
Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en
todas las cosas que os hable; y toda alma que no oiga a aquel profeta, será
desarraigada del pueblo” (Hch.3:22-24) Jesús es ese profeta que Dios había
de levantar y al que todos debían oír.
3. Israel
esperaba un Mesías-Profeta: También vemos que la esperanza
mesiánica de Israel enlazaba al Cristo con su oficio de profeta:
·
Jn.4
en el encuentro de Jesús con la mujer samaritana hay varios diálogos que nos
dejan ver la relación Mesías-Profeta. Después de que el Señor le hizo ver que
ella tenía muchos maridos la mujer dijo: “Señor, me parece que tú eres profeta”
(v.19). más adelante “Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado
el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas”. Jesús le afirmó que
estaba en lo correcto por lo que ella se fue corriendo a su ciudad y dijo a los
hombres “Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será
éste el Cristo?” (v.29). Nota como pasó de verlo como profeta a verlo como el
Cristo, uniendo así las dos cosas.
·
Jn.6:14 “Aquellos
hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este
verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo” está muy claro en
este texto. Después de haber hecho el milagro de la alimentación de los cinco
mil, una señal mesiánica, las personas lo reconocieron como el profeta que
había de venir.
·
Jn.7:40 “Entonces
algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente éste es
el profeta” Este último texto nos sigue mostrando la relación
Mesías-Profeta en la esperanza mesiánica de Israel.
4. Jesús Hablaba de Parte de Dios: Recordemos que un profeta es alguien que habla de parte de Dios. Por razón de la brevedad citaré solo un texto en el que Jesús afirma hablar de parte de Su Padre. Jn.12:49-50 “Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho”. Aquí lo vemos fungiendo como profeta.
5. Jesús
es un Profeta Superior: Finalmente, hay que ser precisos
en que, aunque Jesús fungió como profeta al hablar de parte de Dios, no
obstante, no debemos olvidar que Él es Dios mismo, por lo tanto, su labor
profética era superior debido a que era el mensaje oído directamente de los
labios del Dios-Hombre. Aún más si consideramos que Jesús no revelaba solo lo
que Dios decía, sino que su misma persona revela a Dios. Él es la imagen del
Dios invisible (Col1:15); Él nos ha dado a conocer al Padre (Jn.1:18).
Cuando Jesús habla es Dios mismo el que está hablando. No solo sus palabras, sino también todo su ser es la revelación visible del Dios invisible.
EL VARÓN COMO PROFETA EN SU HOGAR
Como ya dije más ampliamente en el primer artículo
(El Oficio de Rey y el Rol del Varón), el varón es el representante de Cristo
en el hogar y la esposa de la iglesia. Así que el varón deberá emular en su
casa lo que Cristo es. Veamos entonces cómo el padre de familia debe ser un
profeta para su esposa y sus hijos. De más está decir que no podemos hacerlo a
la perfección como Él, pero que en su gracia haremos lo que nos toca y nos
esforzaremos.
·
El varón debe enseñar la Palabra
de Dios: Quedó muy claro que el profeta habla de parte de
Dios. El padre de familia debe diligentemente enseñar a su familia acerca de
Dios. Todos los días deberá buscar sabiduría de la Palabra del Señor para
asegurarse de que está conduciendo bien a los suyos. Es peligroso aquellos
varones que se conducen por sus imaginaciones, suposiciones o inclinaciones
naturales, sin buscar qué es lo que Dios dice sobre cada cosa. Cuando en Israel
se quería conocer la voluntad de Dios se buscaban a los profetas, el ideal es
que cuando alguien en casa quiere saber la voluntad de Dios pueda remitirse al
varón del hogar. No digo que siempre deba tener todas las respuestas, ya que no
todos tienen el don de Dios como aquellos que son maestros de la palabra y hay
temas que son difíciles y profundos para los cuales Dios ha capacitado a otros
en la iglesia, pero que por lo menos nuestra familia nos pueda ver como un
referente.
·
El varón debe reprender el pecado:
Cuando la nación de Israel se desviaba del camino de Dios,
inmediatamente Él les enviaba profetas que los amonestaran y los hicieran
volver de su mal camino. Eso debe hacer un varón cristiano cuando su esposa o
sus hijos se desvían del camino divino, él debe ser el primero en exhortarles
con amor a que dejen aquella conducta pecaminosa y vuelvan a la rectitud; lo
debe hacer con amor y con un buen conocimiento de la Palabra. Esta es la labor
del padre de familia y no del pastor de la iglesia. Es lamentable que muchos no
hacen nada y pretenden que el liderazgo de la iglesia sea el que siempre
intervenga en la disciplina de cada hogar.
·
El Varón Debe ser un Modelo a Seguir:
Me atrevería a decir que todos los profetas, sin excepción fueron buenos
creyentes, con luchas y dificultades, pero todos fueron modelos de servicio
entregado a Dios al punto que tuvieron que morir por serles fieles a Dios. Todos
llevaron vidas justas siendo el máximo ejemplo Jesucristo mismo. Así debe ser
un varón de familia, debe ser uno que viva una vida digna de imitar. Que su
esposa y sus hijos vean en el un buen modelo a seguir. Que todo varón pueda
decir junto con Pablo “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo”
(1Co.11:1).
·
El Actuar del Varón Repercute en
su Familia: Esta primera más que un deber es una explicación de
la responsabilidad de ser el profeta de la casa. En la labor profética había
una particularidad, en varias ocasiones lo que los profetas vivían era modelo
de tratos que Dios tendría con el pueblo algo así como profecía dramatizada. Es
así como la muerte de la esposa de Ezequiel representaba la destrucción que
vendría sobre Israel (Ez.24:15-27). La relación de Oseas con la fornicaria
Gomer era profecía de la relación de Dios con la nación, incluso el nombre de
los hijos que tuvieron anunciaba tratos que Dios tendría con Israel. No es
fácil derivar un principio de aquí, debemos entender que no somos tal cual un
profeta, sin embargo, el principio que podemos derivar es que el ánimo, la
actitud y la visión que el varón tenga, afectará directamente a su familia de
una u otra manera. Ciertos elementos de la vida de un profeta marcaban rumbos
que vendrían sobre Israel; así hay elementos en la vida del varón que marcan el
rumbo por el que seguirá la familia. Las decisiones de ningún miembro de la
familia afectan tanto al resto como las que toma el hombre de casa.
SOLI DEO GLORIA.
Escrito por: Jeffrey Álvarez.
1 Comentarios
Gracias a Dios por edificante artículo.
ResponderEliminarTus comentarios son muy importantes para nosotros.