Con frecuencia he escuchado hermanos que en defensa de la “Sola Scriptura” se niegan a la difusión y lectura de libros cristianos. Estos hermanos piensan que tomar un libro para investigar sobre un determinado tema es algo malo. Si les manifiestas que estás leyendo a cierto autor para aprender sobre determinado asunto, te miran con sospecha, como alguien que no estudia la Biblia. He decidido escribir este artículo para señalar que esta actitud lejos de ser algo piadoso se vuelve en pecado.

Mi Tesis

Al que sabe hacer lo bueno y no lo hace le es pecado (Stg.4:17) Este versículo será el pilar de mi argumentación. Si puedo comprobar que la Biblia reconoce que leer libros es algo bueno, entonces el no hacerlo (pensando en aquellos que se oponen) es pecado. Para eso utilizaré cuatro argumentos:

*Mi crítica es a los opositores de la lectura de libros y no a los hermanos que por falta de hábito o disciplina no leen mucho.

1. Leer libros ayuda a crecer en el conocimiento de Cristo

Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra… para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo… (Efe 3:14-19)

El texto nos dice que del Padre toma nombre “toda familia en los cielos y en la tierra” claramente esta es una referencia a todos los creyentes muertos (que están en los cielos) y los vivos (que están en la tierra) o en términos más teológicos la iglesia triunfante y la iglesia militante.

Con esto en mente analicemos lo siguiente: Pablo desea que “todos los santos” conozcan la anchura, longitud, profundidad y altura del amor de Cristo, pero ¿Quiénes serán “todos los santos”? El contexto general de la Biblia nos dice que los santos son los creyentes y el contexto inmediato del versículo nos lleva a los nombrados en el v.15 “toda la familia santa de los muertos y vivos”.

Conocer el amor de Cristo con hermanos vivos de mi iglesia es posible cuando juntos estudiamos la Palabra, pero entonces pregunto a los que nos les gusta leer libros ¿cómo puedo conocer el amor de Cristo con hermanos ya fallecidos como Spurgeon, Whitefield, Martyn Lloyd Jones, entre otros? También cabe la pregunta: ¿cómo conozco del amor de Cristo con hermanos que viven en otros países? La respuesta sencilla es: leyendo el legado que ellos nos han dejado.

Hay biografías, libros, sermones, y más, de toda la familia de Dios que nos ayudan a conocer más del amor de Cristo. Despreciar todo este legado es negarse a conocer cómo el amor de Cristo ha obrado en otros, pero leerlo es algo bueno que nos edifica, por el contrario, no hacerlo es pecado.

2. Leer libros es un mandamiento implícito en He.13:7

Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe. (Heb.13:7)

La palabra “acordaos” viene del griego “mnemoneuo” (μνημονεύω, G3421) que también traduce: llamar a la mente, recordar o repasar. El autor de Hebreos quiere que sus receptores tengan bien presente a sus pastores, pero no la simple persona, sino los que le hablaron la palabra de Dios. Se relaciona al pastor con su mensaje.

Pero mnemoneuo no solo se refiere a traer a la mente un recuerdo como algo pasajero, sino que llama a la acción. En Gál.2:10 dice “Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer” aquí el acordarse de los pobres implicó ayudarlos. Así que no es solo pensar, sino actuar de tal forma que se pueda repasar bien lo que estos pastores hicieron. En lo personal no se me ocurre otra forma para acatar ese mandamiento que leer lo que enseñaron.

El texto también ordena “considerad (gr. anatheoreo) cual haya sido el resultado de su conducta” Esta palabra significa un análisis minucioso. Dicen por ahí que “somos lo que creemos”, esto quiere decir que nuestras convicciones modelan nuestra conducta. Hitler tomó la idea de Darwin de la “selección natural” y por eso buscó emancipar la raza alemana como superior y aniquilar a toda la raza inferior o que la dañara. Por todo esto, si los hebreos querían saber por qué sus pastores tenían ciertas conductas tenían que examinar lo que ellos creían, y para poder saber lo que alguien cree, tienes que escuchar o leer lo que piensa.

Pregunto a los que no les gusta leer ¿cómo pueden hacer para acordarse de sus pastores y considerar el resultado de su conducta, sin leer? Hay un dicho que dice “la mejor memoria es la de papel” porque cuando tienes las cosas escritas no se te olvida y puedes repasarlas una y otra vez. Por consiguiente, la mejor manera que tenían los receptores de la carta (y nosotros también) de obedecer el mandamiento de recordar a sus pastores y considerar su conducta era leer una y otra vez sus enseñanzas. No hacerlo es pecado.

3. El ejemplo de lectura de Pablo

Pablo utilizó en varias ocasiones citas de autores paganos lo cual nos deja ver que era un ávido lector:

  • Durante su discurso en el Areópago citó al poeta y filósofo cretense Epiménides, del siglo VI a.C. (Hechos 17:28).
  • En el mismo discurso también dijo: "Linaje suyo somos" (Hechos 17:28-29) es una cita de Arato (315-245 a.C.) proveniente de Cilicia de donde Pablo era oriundo. La cita es de su obra titulada Fenómenos.
  • Hablándoles a los corintios dijo: "Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres" (1Cor.15:33) fue un refrán del poeta ateniense Menandro (343-280 a. C.).
  • Refiriéndose a los de Creta, le escribió a Tito: "Los cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos" (Tito 1:12). En esta cita Pablo aclaró que eran palabras de “su propio profeta” es también una cita de Epiménides de Creta.

Es interesante que pensamientos de paganos hayan quedado registrados en la Palabra de Dios como pensamientos acertados[1], cuánto más preciso será entonces las palabras de los siervos de Dios que han dejado consignadas en libros para la edificación de la iglesia.

4 La Biblia nos manda a preguntar a generaciones pasadas.

Voy a hacer mención breve de este punto aquí ya que me gustaría escribir más adelante contra los que menosprecian la historia de la iglesia.

Acuérdate de los tiempos antiguos, Considera los años de muchas generaciones; Pregunta a tu padre, y él te declarará; A tus ancianos, y ellos te dirán (Deut.32:7)

El versículo es muy claro, se manda a acordarse de los tiempos antiguos, considerar los años y a preguntar a los padres y ancianos. Si la Biblia se opusiera a la lectura de libros cristianos este versículo sería una completa contradicción. Cuando necesitamos saber sobre un tema y tomamos un libro, puntualmente estamos obedeciendo lo que aquí se nos manda, no hacerlo es pecado.

Palabras Personales

Leer libros cristianos es beneficiarse en poco tiempo del trabajo que otro hermano hizo durante años y que lo deja para edificar a la iglesia. De modo que puedes aprender en pocos días lo que otro hermano aprendió en años.

Estoy totalmente de acuerdo que en la preparación de un sermón los comentarios deben ser lo último en leer, pero se deben leer; lastimosamente algunos se creen más bíblicos cuando no lo hacen. La sabiduría no nació con nosotros, la exégesis es una labor de la iglesia en conjunto, por eso debemos, después de haber hecho nuestro diligente estudio personal, leer qué han dicho otros del tema.

Si creemos que el Espíritu Santo obra en nosotros para iluminarnos el texto, también ha obrado así en otros, por eso es bueno leer a los demás, sopesar las cosas y sacar nuestras propias conclusiones. Siempre que otros hombres no hicieron esto, cayeron en la herejía, por creerse más inteligentes y capaces que siglos y siglos de desarrollo teológico.

Cuando leemos la Biblia siempre la estamos interpretando, no importa si es correcto o errado, pero siempre interpretamos cuando leemos. Por lo tanto, negarse a estudiar la interpretación que otros han hecho es afirmar que la mía es infalible. Así que lejos de ser piadoso, es algo arrogante y orgulloso.

Conclusión

Leer libros es bueno; ayuda y edifica a la iglesia con el trabajo en conjunto de los hermanos a través de los años, la Biblia lo manda implícita y explícitamente, no hacerlo es pecado.

SOLI DEO GLORIA

Escrito por: Jeffrey Álvarez



[1] Con esto no estoy diciendo que los poetas paganos recibieran revelación divina o que Dios habló a través de ellos. Este es un ejemplo más de aquellas palabras que la Biblia registra como reales, sin decir que sean moralmente buenas, como es el caso de las mentiras de Satanás.