En Gá.3:16 Pablo dice: “Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo”. Al parecer el apóstol Pablo vio como muy importante hacer una distinción entre la singularidad y pluralidad del término simiente para una interpretación cristológica. Por eso en el presente escrito se abordará esta característica de “simiente” antes de cualquier consideración futura de Gá.3:16.

    El término simiente (en hebreo “zera´), tiene un uso singular y colectivo. Al decir esto, no se está plasmando un asunto que puede ser diferenciado simplemente con agregar una “s” al final del término para volverlo plural u omitirla para dejarlo singular. DeRouchie y Meyer aclaran: “El término hebreo “zera” es un sustantivo singular colectivo, lo cual significa que es morfológicamente singular, pero puede tener correferentes singulares o plurales”.[1] 

    Esto es muy parecido al español; alguien puede decir ser la simiente (singular) de su padre para indicar que es el único hijo; o también se puede ver a un grupo de hermanos y decir que ellos son la simiente (colectivo) de su padre. Nótese que en ambos casos el término simiente estuvo en singular (sin “s” al final), pero cambió de un uso singular a colectivo. Así que, el sustantivo simiente (zera’) por sí mismo no tiene forma singular o plural distintiva; la forma singular también funciona como un sustantivo colectivo.[2]

    Para poder determinar si en algún texto hay un uso singular o colectivo de zera’ es necesario prestar atención a la inflexión de los verbos que lo rodean, adjetivos y pronombres. No obstante, si bien la inflexión del verbo es importante, tampoco es decisiva. En un excelente ensayo sobre este asunto Jack Collins explica: “cuando zera’ sirve como colectivo para descendencia en general, posteridad, comúnmente tiene una inflexión singular del verbo.[3] Un ejemplo es Gn.15:5 donde, haciendo una inflexión del verbo en singular, claramente se refiere a muchas personas al decir que la descendencia de Abraham sería como las estrellas del cielo. 

    Collins también dice que se puede presentar una inflexión en plural para seguirse refiriendo a zera’ como colectivo.[4] Como ejemplo Gn.15:13b dice que la simiente de Abraham “serán extranjeros”, “serán esclavizados” y “serán oprimidos”,[5] esto claramente se refiere a muchos. Además de la inflexión del verbo, en estos dos casos se sabe que se refiere a muchas personas y no a una en específico, puesto que el pronombre que los acompaña siempre está en plural.

    Por otro lado, Collins asevera: “cuando zera’ denota un descendiente en específico, aparece con una inflexión singular del verbo, adjetivo y pronombre.[6] Este es precisamente el caso de textos como Gn.4:25 en donde Eva indiscutiblemente se refiere a una simiente (hijo) específica, Set.[7] Más significativa es la singularidad de zera’ en Gn.3:15. En este importante pasaje sobre la promesa hecha a la mujer aparece una inflexión del verbo y un pronombre en singular que deja ver que simiente aquí no se refiere a muchas personas, sino a una en específico, como Collins concluye: “A partir de todos estos datos, llega a ser claro que, en el nivel sintáctico, el singular ‘ju´’ en Gn.3:15 es bastante consistente con el patrón en donde un solo individuo está en vista”.[8]

El uso de simiente en Gn.22:17-18

    Todo lo dicho hasta aquí advierte al lector a prestar mucha atención a su interpretación del término simiente en cada pasaje que esté analizando y no introducir a priori características singulares o plurales ajenas al término en su contexto. A continuación, se analizará Gn.22:17-18 como un texto que puede confundir a muchos en la distinción singular y colectiva de simiente.

    El texto dice: “v.17 de cierto te bendeciré, y multiplicaré(C) tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar;(D) y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. V.18 En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.” Dos veces aparece el término simiente en el v.17 y una vez en el v.18. La primera aparición está claramente haciendo una referencia a toda la descendencia de Abraham (uso colectivo), puesto que se compara con las estrellas del cielo y la arena del mar, pero ¿será lo mismo con las otras dos apariciones 17b y 18a?

    La segunda cláusula del v.17 “y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos” lleva el pronombre “sus” que en español no es fácil identificar a quién reemplaza, si al singular “simiente” o al plural “enemigos”. Pero la morfología hebrea indica que este es un pronombre singular, por lo tanto, se refiere a la simiente no a los enemigos; y según lo que se ha dicho anteriormente, al haber un pronombre singular, el término simiente (zera’) tiene aquí en la segunda cláusula (v.17b) un uso singular. Ante esto Desmond dice: “Este arreglo sintáctico deja abierta la posibilidad que zera’ referido en la cláusula final difiera de la mencionada en la primera parte del verso”.[9] En otras palabras, en este mismo versículo hay dos usos distintos de simiente y por tanto se refieren a distintas cosas: una colectiva para toda la posteridad de Abraham y otra singular refiriéndose a un descendiente particular de él.

    Siguiendo el argumento se puede decir que la “simiente” del v.18 se refiere a la misma de su precedente del v.17b puesto que nada indica un cambio. De modo que la bendición de ‘todas las naciones de la tierra’ es asociada con un descendiente particular de Abraham en vez de todos aquellos que descendieron de él. Así que, el texto de Gn.22:17b-18a pudiera ser entendido como lo hace James Hamilton: “y tu simiente (un descendiente, no todos ellos en esta ocasión) poseerá las puertas de sus enemigos. En tu simiente (un descendiente, no todos ellos) serán benditas todas las naciones de la tierra.”[10]

    Todo lo dicho hasta este momento es importante para entender los usos que el apóstol Pablo hará en Gá.3:16 del término simiente y que se relacionará en un próximo escrito. Cabe recordar entonces, que en ocasiones, el término simiente puede referirse a un grupo de personas y otras veces a un descendiente en específico, y que para identificar su uso es necesario prestar atención a los verbos, adjetivos y pronombres que lo rodean como fue el caso de Gn.22:17-18.

Soli Deo Gloria

Escrito por Jeffrey Álvarez.

[1] Jason S. DeRouchie y Jason C. Meyer, “Christ or Family as the “Seed” of Promise? An Evaluation of N. T. Wright on Galatians 3:16”, The Southern Baptist Journal of Theology, 14.3 (2010): 38.

[2] T. Desmond Alexander, “Further Observations on the Term 'Seed' In Genesis”, Tyndale Bulletin 48.2 (1997): 363.

[3] Jack Collins, “A Syntactical Note (Genesis 3:15): Is the Woman's Seed Singular or Plural?”, Tyndale Bulletin 48.1 (1997): 142.

[4] Collins, “Syntactical Note (Genesis 3:15)”, 142.

[5] Traducciones tomadas de LBLA puesto que en RVR60 los verbos están traducidos en 3° persona singular. Desde el hebreo literalmente sería “serán extranjeros”, “servirán” y “serán maltratados”

[6] Collins, “Syntactical Note (Genesis 3:15)”, 144.

[7] El pronombre masculino aparece como un sufijo del sustantivo shem, “nombre”; el verbo en inflexión singular es cará “llamó”; y el adjetivo masculino akjer, “otro”.

[8] Collins, “Syntactical Note (Genesis 3:15)”, 145.

[9] Alexander, “The Term 'Seed' in Genesis”, 365. Alexander explica el uso de la conjunción “y” que une las dos cláusulas diciendo lo siguiente: Una característica llamativa de la cláusula final es la forma en que no comienza con un vav-consecutivo [ו traducido “y”]; más bien se introduce por el verbo imperfecto יָרַשׁ precedido por un ו [vav] no convertido.

[10] James Hamilton Jr., “The Seed of the Woman and the Blessing of Abraham”, Tyndale Bulletin 58.2 (2007): 264.